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Observemos nuestras expresiones:
Practiquemos más la reflexión acerca de nosotros mismos, observando nuestras reacciones ante nuestra realidad externa.
"Te perdono por ser mentiroso y cobarde"
"Te amo aunque generes discordias"
"Aunque me hayas dejado solo, te perdono"
Nuestra mente, nuestra soberbia, nuestro ego, es el que juzga.
Fíjate cuánta oscuridad somos capaces de ver en el otro, antes de verla en nosotros mismos.
La comprensión es el primer paso hacia la compasión!.
Si veo oscuridad en tí, no la estoy viendo acaso en mí?
Por qué me afecta tanto tu comportamiento?
Porque aún me estoy parando en la línea de mi personalidad creada, de mi escudo, y no en mi alma.
El alma no juzga, porque al ser amor, solo puede comprender las elecciones del otro, así como las propias.
Eso es compasión pura, y es la mejor vacuna anti rencor, anti resentimiento, anti juicio.
Me veo a mí en el otro?
Por qué?
Ahora sí:
Me amo porque soy luz, y como somos Uno entonces también te amo a tí.
Me comprendo, porque elijo a cada paso lo mejor que puedo, y como somos Uno, sé que tu también crees elegir lo mejor, y también te comprendo a tí.
Y me elijo como creador, acepto y apruebo mi creación, y al ser todos Uno, sé que juntos creamos lo mejor.
Gracias!
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