domingo, 11 de julio de 2010

Permitid que la Palabra Viviente fluya a través de vosotros.

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La paz interior del Ser, la serenidad, fluye con la mente muda, el silencio de los sentimientos y emociones que nos abruman. Allí se abre el corazón para manifestar la verdad universal que se expresa con la luz del amor.
Así simplemente nos conectamos con el todo, las palabras dejan de ser nuestras, no son nuestras, nunca lo fueron, viajan llegan, atraviesan los planos y los corazones.
Alguna vez llegará para que vivamos plenamente a corazón abierto sin principio ni fin sosteniendo la verdad con paz y confianza moviéndonos siempre en sintonía.
El Planeta Tierra y lo que es vida en él y en el Universo todo agradecen vibrando al unísono cada instante que podamos brindar de nosotros como seres puros saliendo del encantamiento mientras caminamos en este aprendizaje.
Pero debemos esmerarnos más. En el instante en que podamos reconocernos en todo, entonces nos daremos cuenta de cuan indispensable es el trabajo para la libertad de nuestras almas.

...

Aceptad al Cristo Viviente dentro de vosotros


Un mensaje de Jesús.

Nota: este dictado fue canalizado a través de Kim Michaels durante la Conferencia de Navidad y Año Nuevo, el 23 diciembre de 2005 en Bogotá, Colombia (Sur América).

Mi gozo es total porque realmente YO SOY el Cristo Viviente y ESTOY en toda vida. Entonces, puedo hablar a través de toda vida y expresarme a través de toda vida. Habéis visto cómo hablo a través de una persona, o más bien a través de una Llama Divina, y ahora me experimentáis hablando a través de otra.
Sin embargo, YO SOY el mismo Cristo que está en todos. Y lo que necesitáis hacer, lo que deseo que hagáis, es que NO miréis a las personas a través de las cuales estoy hablando de una manera particular, como siendo diferentes a vosotros o como siendo superior a vosotros.
Deseo que os miréis en el espejo y veáis que el Cristo Viviente también está dentro de vosotros y que, por lo tanto, el Cristo Viviente puede hablar a través de vosotros, así como me escucháis hablando a través de otro. Yo sé que esto os perturbará un poco y que no os sentiréis muy cómodos en cuanto al hecho de pararos al frente de un grupo de personas o de declarar que el Cristo Viviente, o que Jesús, o El Morya, o Saint Germain, está hablando a través de vosotros.
Pero, amados míos, no necesitáis sentir ese temor porque yo puedo hablar a través de vosotros de muchas maneras diferentes.
No necesitáis decir quién es el que está hablando a través de vosotros. Las personas a las cuales hablareis no necesitan saberlo. Ellos simplemente necesitan sentir la Luz que fluye a través de vuestras palabras, porque ellos se convierten en cálices que contienen mi esencia y, de ese modo, la Luz entra en sus seres volviendo a encender su Llama o, simplemente, volviéndoles a despertar el recuerdo de quiénes son.
El único propósito de todas las enseñanzas espirituales.
Realmente, cada enseñanza espiritual puede resumirse en una frase: el volver a despertar a las personas a su verdadera identidad como hijos e hijas de Dios.

Y es tan sólo a través de la Conciencia del Cristo que ellos pueden comprender y aceptar que ellos son hijos e hijas de Dios. Porque como lo dije hace 2000 años, “nadie conoce realmente al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer” (Mateo 11-27).

Entonces, podéis conocer a Dios tan sólo a través de la Conciencia Crística y así podréis aceptaros a vosotros mismos como hijos e hijas de Dios, una vez tenéis alguna medida de la Conciencia Crística.
Y esa Conciencia Crística debe provenir de la Mente Crística Universal. Sin embargo, la mayoría de las personas en la Tierra no pueden establecer contacto con la Mente Crística Universal.
Necesitan, entonces, la Palabra hecha carne, el Cristo Viviente en encarnación o el Cristo Viviente hablando a través de alguien en encarnación con el fin de establecer contacto con esa Conciencia Crística y lograr una vez más ese despertar de quiénes son ellos, su verdadero sentido de identidad, para que puedan aceptarse a sí mismos como lo que realmente son.
Yo sé que miraréis este hecho con cierta perturbación y algo de temor porque es natural que en las etapas iniciales del sendero experimentéis temor. Y es un temor que brota de muchos niveles de vuestro ser, incluyendo del ego. Pero, incluso vuestra alma, incluso el “Tú Conciente”, pueden experimentar algún temor de lo que ocurrirá si aceptáis al Cristo Viviente dentro de vuestro ser, si aceptáis que sois un hijo o una hija de Dios. Porque, ciertamente, cuando aceptéis esto en su totalidad vuestra vida cambiará. Jamás será la misma.

Entonces, siempre existe el temor de soltar aquello que conocéis, aquello que os es familiar, aquello que os da un cierto sentido de comodidad y de estabilidad en un mundo que siempre está cambiando. Pero, amados míos, podemos ayudaros a vencer ese temor si estáis dispuestos a soltarlo. Sin embargo, no podemos quitaros ese temor a menos de que estéis dispuestos a entregárnoslo. Tenéis que ser vosotros, entonces, los que toméis la decisión de estar dispuestos a enfrentar vuestro temor, de tal modo que podáis ver que éste os limita, que no es real. Podréis, entonces, decidir que ya no lo queréis más y por lo tanto podréis dejarlo ir.
A lo mejor estáis más cerca de lo que creéis.

Hay muchos de vosotros que estáis más cerca de lo que creéis de lograr ese nivel de conciencia, donde podéis ser el instrumento del Cristo Viviente. De nuevo, no necesariamente necesitáis pararos al frente de un grupo de personas. Podéis hablar la Palabra Viviente en medio de una conversación con otros, pero que no sea una conversación ordinaria sobre cosas mundanas sino una conversación extraordinaria porque estáis permitiendo al Cristo Viviente que fluya a través de vosotros.

Y ese Cristo Viviente puede, entonces, trasformar a la otra persona ya que Él sabe exactamente qué decir y cómo decirlo para despertar a esa persona específica, de acuerdo al estado de conciencia en el que se encuentre en ese momento.
El Cristo Viviente puede dar a una persona la clave exacta que ella necesita para dar el siguiente paso en el sendero espiritual, cualquiera que sea ese paso, y el cual vosotros desconoceréis a nivel de vuestra mente externa. Entonces, si estáis dispuestos a ser el instrumento, el Cristo Viviente puede realmente hablar a través de vosotros y, de ese modo, podréis encender la llama del corazón de otra persona, podréis volver a despertar ese recuerdo. Y es así como el Cristo Viviente se propaga a través de la Tierra, de corazón a corazón.

Así fue como el Cristianismo se expandió en el comienzo, cuando aquellos que salían a predicar no lo hacían con un libro escrito, con un libro sagrado o con un conjunto de doctrinas. Ellos hablaban la Palabra Viviente y fue esa Palabra Viviente la que encendió corazones para el Cristo. Y cuando esos corazones fueron encendidos, llegaron a un punto donde ya no sintieron más temor de permitir al Cristo Viviente hablar a través de ellos.

Fue así como el movimiento Cristiano se extendió como anillos en el agua. Éste fue el único modo en que se pudo haber propagado por el mundo antiguo -y éste es el único modo verdadero en el que se puede propagar hoy en día para transformar al mundo en su total capacidad.

Ciertamente, podéis hacer mucho a través de un libro. Ciertamente, podéis hacer mucho a través de una página web. Pero, al final de cuentas, la manera más importante para que el Cristo Viviente se expanda así mismo en este mundo es de corazón a corazón.

Entonces, vosotros que estáis aquí presentes habéis estado dispuestos a venir y a experimentar al Cristo Viviente fluyendo a través del corazón de una persona y de más de una persona. Y debéis comprender que, realmente, el Cristo Viviente puede expresarse a sí mismo a través de vuestro corazón del mismo modo en que lo veis expresarse a través del corazón de otros.

¿Pero cómo puede ocurrir esto en vosotros? Tan sólo puede ocurrir si estáis dispuestos a multiplicar vuestros talentos en vez de enterrarlos bajo tierra. ¿Y por qué enterráis vuestros talentos bajo tierra? Por temor. Esa es la única razón que existe.

Y retornamos de nuevo al hecho de que vosotros debéis confrontar vuestros temores, uno a la vez. Confrontar vuestro temor de permitirle al Cristo Viviente que hable a través de vosotros transformando así a otra persona y transformándoos a vosotros mismos mediante ese proceso. En verdad, yo os ayudaré si tan solo aplicáis a mi corazón y al corazón de la Madre María. Os ayudaremos a ver qué es aquello a lo que vosotros teméis, por qué le teméis y por que vuestro temor no es real, por qué no es necesario.
Multiplicad lo que os hemos dado.

Tenéis que empezar, tenéis que multiplicar los talentos, porque ahora nosotros os demos dado una enseñanza externa y ejemplos externos. Y no podemos hacer más -hasta que vosotros decidáis cerrar el flujo de la figura del ocho mediante la multiplicación de vuestros talentos, de tal modo que estéis dispuestos a Ser Más y a convertiros también en los instrumentos del Cristo Viviente.

Podéis hacer esto en cualquier situación de la vida. Algunos de vosotros tenéis profesiones donde dais consejo a otras personas. Pues bien, ¿no preferiríais vosotros aconsejar a las personas desde el nivel de la Mente Crística en vez de hacerlo desde el nivel de la mente mundana?

Algunos de vosotros no dais consejos en vuestra profesión pero interactuáis con personas de otra manera. Mas os sorprenderéis al ver cómo, cuando abrís vuestro corazón, el Cristo Viviente traerá a situaciones que parecen tan comunes y corrientes una migaja de Verdad cargada con Luz que transformará a otra persona.

Y, de repente, se despertarán y comprenderán que “Esto es lo que siempre he estado buscando, esta es la respuesta que yo deseaba”. O, simplemente se darán cuenta de que “yo necesito cambiar mi vida. No puedo continuar más así”.

Y cuando comprendéis que esto ocurre a otras personas, como varios de vosotros ya habéis visto, sentiréis el gozo que yo siento cuando se le permite al Cristo Viviente entrar al corazón de otra persona que está encarnada y verla así transformada y elevada. Porque, en verdad, el Cristo Viviente tan sólo tiene un deseo y ese deseo consiste en elevar a toda vida. Y esa es la razón por la cual veis que cuando las personas encarnan al Cristo Viviente no tienen ningún otro deseo fuera de elevar a toda vida -que es lo que habéis visto en las tres personas [Lorraine, Mónica y Kim] que han servido en esta Conferencia como nuestros voceros.

Ellos han llegado a ese punto de entrega bajo el cual simplemente desean servir y desean elevar a toda vida, en vez de sólo elevar una parte de la vida, o sea a ellos mismos.

Pero, ¿qué os detiene para llegar a ese mismo punto? Tan sólo vuestros temores y vuestros temores son irreales. Entonces, lo que impide que vosotros seáis quien realmente sois y que expreséis quien sois realmente es sencillamente irreal.

Entonces -una vez más- cuando veáis al Cristo Viviente en otro, no idolatréis a esa persona. No los coloquéis en un pedestal, como las personas lo han hecho conmigo durante más de dos mil años y tal como las personas en casi todos los movimientos espirituales que se conocen en la Tierra han hecho con el líder o los líderes de esa organización.
No neguéis al Cristo Viviente que está dentro de vosotros mismos.
Esa es la conciencia que debe ser vencida en la Era de Acuario si realmente vamos a manifestar la Era Dorada de Saint Germain.

Y vosotros tenéis una enseñanza y tenéis ejemplos para que podáis vencer esa conciencia y no caigáis en la trampa de la idolatría. Porque ¿qué es lo que hacéis cuando os permitís pensar que, aunque veis el Cristo en otro, el Cristo tan sólo puede expresarse a sí mismo a través de esa persona? Pues bien, cuando decís o pensáis que el Cristo no puede expresarse a sí mismo a través de vosotros, estáis negando al Cristo dentro de vosotros.
Puede que estéis afirmando al Cristo en otra persona pero estáis negando al Cristo Viviente dentro de vosotros mismos y, por lo tanto, me estáis negando la oportunidad de entrar en vuestro ser.

Por favor no me rechacéis. Yo no tengo ninguna otra intención fuera de elevaros y liberaros de vuestros temores y de vuestras limitaciones. Tan sólo vengo con amor. No tengo ningún otro deseo fuera de permitir que mi amor fluya a través de vosotros, de tal modo que podáis sentir la totalidad de mi amor y de mi gozo fluyendo a través de vuestro ser 24 horas al día, por el resto de vuestra vida en la Tierra y, después de ella, incluso más allá.

Entonces, mis amados corazones, VED al Cristo dentro de vosotros, permitid a ese Cristo que nazca en esta época y luego permitidle que se exprese a través de vosotros. En verdad, os sello ahora en la Llama de la totalidad de mi gozo, la totalidad del gozo del Cristo Viviente. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre Divina, ¡está hecho!


Fuente: click


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